
Matxinada o machinada procede del tĆ©rmino machĆn, que era el nombre coloquial de San MartĆn, patrono de los ferrones y herreros, que solĆan enfrentarse con la nobleza o los funcionarios del poder real
Las matxinadas o machinadas fueron revueltas que se dieron en el PaĆs Vasco en el siglo XVIII. Hubo enfrentamientos de gran intensidad en cuatro ocasiones: la Matxinada de las aduanas de 1718, la Matxinada de Vitoria de 1738, la Matxinada de la carne de 1755, la Matxinada de los cereales de 1766 y la Zamacolada en Vizcaya en 1804. Matxinada o machinada procede del tĆ©rmino machĆn, que era el nombre coloquial de San MartĆn, patrono de los ferrones y herreros, que solĆan enfrentarse con la nobleza o los funcionarios del poder real. Con el tiempo se convirtió en sinónimo de conflicto.
Esta conflictividad vasca obedece a un conjunto de causas de diversa Ćndole, ademĆ”s de las especĆficas de cada momento o situación. En primer lugar habrĆa motivaciones polĆticas o istrativas, generalmente asociadas a la tendencia uniformadora del poder real, especialmente con los Borbones, y con decisiones tomadas por las autoridades que eran contrarias a fueros, privilegios y costumbres. Las causas económicas tenĆan que ver con la presión fiscal y la escasez de granos, factores comunes con otros lugares. Por fin, habrĆa tensiones sociales entre los campesinos y los notables. HabrĆa tambiĆ©n un componente de tensión entre el campo y la ciudad.
En este artĆculo estudiaremos la primera de las matxinadas del siglo XVIII, la conocida como de las aduanas, y que se produjo en 1718. En ella se pueden ver todos los componentes económicos, sociales y polĆticos seƱalados.
Los Borbones reformaron el sistema de aduanas. A finales de agosto de 1717 se ordenó el traslado de las aduanas a la costa y a las fronteras de Francia y Portugal. Esta medida repercutió en el PaĆs Vasco. Hasta la fecha, las aduanas estaban en el interior, en OrduƱa, Balmaseda, Vitoria y Navarra. Los productos importados del extranjero y los exportados de origen vasco apenas pagaban impuestos. Solamente pagaban impuestos cuando eran introducidos en Castilla. Esta era una de las caracterĆsticas de la exención de las provincias vascas, que permitĆa la venta de productos de fuera a precios asequibles, garantizando la paz social. El problema principal se daba en Vizcaya y GuipĆŗzcoa porque necesitaban importar mucho cereal. La reforma borbónica encareció el grano y perjudicó al contrabando, una prĆ”ctica social muy extendida. Los campesinos y grupos populares salĆan claramente perjudicados con esta medida. Pero ademĆ”s de la repercusión económica y social de lo dispuesto habĆa otra de tipo polĆtico, ya que vulneraba los fueros vascos. En marzo de 1718 estalló la matxinada en Vizcaya. Los disturbios mĆ”s importantes se dieron en el entorno de Bilbao, Gernika, Bergara, Mondragón, Mutriku, Deba, Elgoibar, Eibar, Elgeta y OƱati entre otras poblaciones.
En el mes de agosto fue asesinado un recaudador de impuestos en Bilbao. Las embarcaciones de los funcionarios de aduanas de Bermeo y Algorta, por su parte, fueron quemadas. La tensión se elevó de forma evidente cuando los campesinos entraron en Bilbao para exigir al corregidor que pusiese fin a las medidas aduaneras. El corregidor, como era de suponer, se negó a hacerlo. La respuesta fue el ataque de las casas de nobles y poderosos. Fueron asesinados Enrique de Arana, Martin Antonio de Escoiquiz, a la sazón alcalde de Bilbao, Juan Gregorio Esterripa y el marquĆ©s de Rocaverde. Los poderosos de la villa ante los ataques a vidas y haciendas decidieron organizarse para hacer frente a los campesinos. Tenemos que tener en cuenta que la reforma de las aduanas sĆ beneficiaba a los notables locales y a la burguesĆa porque con los excedentes de los productos importados mĆ”s los propios, que obtenĆan a travĆ©s de las rentas y derechos, podĆan especular y conseguir beneficios.
El movimiento se extendió por Somorrostro, Portugalete y Bermeo, donde también fueron asesinados nobles. La chispa prendió en Guipúzcoa, por el valle del Deba, con ataques a haciendas y asesinatos de notables. Los nobles decidieron organizarse con una fuerza armada de unos cuatrocientos hombres para mantener el orden y defenderse de los ataques.
En el mes de septiembre se reunieron las Juntas Extraordinarias de GuipĆŗzcoa en Tolosa para solicitar al rey que diera marcha atrĆ”s con la reforma de las aduanas, es decir, para que volvieran al interior. El rey aceptó la petición pero tambiĆ©n decidió mandar un ejĆ©rcito de tres mil hombres. En enero de 1719 la revuelta estaba sofocada. Se ejecutó a treinta y dos personas, mientras que otros amotinados fueron encarcelados. En 1722 se decretó que las aduanas volvieran al interior y se indultó a los encarcelados por el motĆn.