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Hace unos días tuve el enorme privilegio de asistir en Colmenar Viejo a una charla sobre los fusilados en este pueblo durante los primeros años del franquismo. Estos mártires de la represión franquista principalmente fueron personas normales, obreros, campesinos, sindicalistas, maestros o intelectuales que vieron en la Segunda República lo que algunos queremos ver en la tercera, esperanza.
Más de 80 años después las familias de estos represaliados siguen sin ver su dignidad restituida, pese a que la ley de Memoria Histórica y la de Memoria Democrática se proponen como objetivo principal en trabajar en ello. ¿Esto a que se debe?
Los vecinos de San Sebastián, Moralzarzal, Soto del Real, Miraflores de la Sierra, Colmenar Viejo y Fuencarral puedan recordar su historia y la memoria de estos ciudadanos que decidieron dar la vida por la democracia
La política institucional muestra sus debilidades y límites, pese a ser la única vía para transformar la sociedad. Esta frase es realmente acertada si se piensa, por ejemplo, en la exhumación de los restos de la fosa ubicada en San Sebastián de los Reyes, que pese a tener el apoyo de asociaciones memorialistas y en principio el respaldo del estado sigue sin disponer de los fondos necesarios para terminar la recuperación de los restos de más de 100 ciudadanos españoles.
Entiendo que hay problemas realmente apremiantes, muchos de ellos reclamados por amplias capas de la juventud, ¿Es la memoria democrática un tema secundario? ¿Creen que los familiares de estas víctimas pueden seguir esperando?
La ley de Memoria Democrática no es suficiente si no se pone en activo con plenitud, no vale de nada ilegalizar las asociaciones franquistas o la expulsión de los religiosos que habitan el Valle de Cuelgamuros si no se va al centro de la cuestión, la exhumación de los miles de asesinados y la resignificación de los lugares donde estos sufrieron torturas, vejaciones o incluso perdieron la vida.
El ejemplo de San Sebastián de los Reyes es especialmente sangrante justo por esto mismo, pues se sabe que algunos de estos restos nunca serán identificados, sin embargo, se propone la creación de un lugar de descanso colectivo junto con un memorial, absolutamente necesario para que los vecinos de San Sebastián, Moralzarzal, Soto del Real, Miraflores de la Sierra, Colmenar Viejo y Fuencarral puedan recordar su historia y la memoria de estos ciudadanos que decidieron dar la vida por la democracia.
Tarde o temprano llegará esta restitución, sin embargo, es primordial que sea en esta legislatura, pues el futuro no lo conocemos y viendo la situación actual de Europa, con la extrema derecha en auge, no podemos asegurar que no sea la última oportunidad que tenemos para trabajar en esta vía y no decepcionar a un electorado al que no se le conquista con promesas en el último momento.
Den ustedes fondos para la ley de Memoria Democrática y los trabajadores responderán en las urnas, porque estarán ilusionados por el futuro y no decepcionados por un presente incompleto.