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Continua el debate a la izquierda de los socialistas sobre cómo frenar su descenso demoscópico antes del siguiente episodio de procesos electorales. Ahora para muchos opinadores y algún partido parece que el gran problema es SUMAR y Yolanda Díaz.
Es evidente que la operación una organización base llamada también SUMAR. Cabe destacar que en su inicio la operación fue positiva logrando un número importante de diputados/as en las elecciones generales, después de la “espantá” de Pablo Iglesias y el proceso de descomposición de Podemos. Poco tiempo después Podemos abandonó el grupo parlamentario.
El problema de la izquierda del PSOE no es la persona de Yolanda Díaz sino la falta de una organización cohesionada y que trate de expandirse por el conjunto del estado
Es evidente que en posteriores elecciones en Galicia y en Euskadi el resultado fue negativo, cabe reseñar que tampoco Podemos en sus mejores momentos logró resultados aceptables en las elecciones autonómicas. Y ello es debido a que SUMAR carecía de organización y tenía candidatos poco conocidos. Lo mismo sucedió en las elecciones al Parlament de Catalunya donde los “comunes” cada vez más debilitados estructuralmente tuvieron sus peores resultados.
SUMAR es un problema, como lo es la debilidad organizativa actual de todas las organizaciones a la izquierda del PSOE. Es evidente que el proceso de SUMAR no ha cuajado como proyecto político. Sin embargo, debemos decir que la política llevada a cabo en el Parlamento y en el Gobierno por parte de su grupo parlamentario ha sido más que notable. La formación capitaneada, no organizativamente, pero sí políticamente por la vicepresidenta Yolanda Díaz, ha llevado a término una política de izquierdas clara, permitiendo que el PSOE siga inclinado hacia políticas de izquierda en beneficio de las clases trabajadoras y populares, especialmente en temas como la permanencia del “escudo social” para la gente más desfavorecida. Sumar y sus dirigentes comenzando por Yolanda Díaz han conseguido forzar al PSOE a continuar avanzando en la senda de la izquierda que permite decir que estos últimos gobiernos socialistas son los que han realizado una mayor política realmente de izquierdas. Los ministros de SUMAR especialmente la propia Yolanda, así como Pablo Bustinduy y el resto de los ministros/as han conseguido que se les reconozca su actuación gubernamental en sus diversos ámbitos. Y en contadas ocasiones se ha fomentado “el ruido” dentro de la coalición de gobierno.
No son sólo las leyes conseguidas, sino que la premisa de potenciar el diálogo social ha permitido aupar la presencia y el papel relevante del movimiento sindical y sus representantes
En cuanto al papel de Yolanda Díaz, una de las políticas mejor valoradas en las encuestas, podemos decir que continúa siendo el referente de la gente a la izquierda del PSOE. Con un discurso claro de defensa de los intereses de las clases trabajadoras en las que ella misma se reconoce. Potenciando el diálogo social entre sindicatos y patronal, pero teniendo bien claro que ella está para defender a la clase trabajadora. Sus resultados han sido importantes, tanto en la avanzada Reforma Laboral, en diversas leyes laborales como la de los “Riders”, o en temas de las diversas subidas del SMI situándolo en los niveles que exigen los parámetros europeos, o en el nuevo acuerdo sobre la Rebaja del tiempo de trabajo.
Pero no son sólo las leyes conseguidas, sino que la premisa de potenciar el diálogo social ha permitido aupar la presencia y el papel relevante del Movimiento sindical y sus representantes de CCOO y UGT que saben que hay un interlocutor atento a sus propuestas. El famoso “laborismo” que proclama Yolanda Díaz no es sólo un concepto teórico sino una realidad política novedosa.
Es por ello por lo que pese a la situación de SUMAR como organización Yolanda Díaz no puede ser una figura a la que sacrificar. Lo que debe corregirse es la situación organizativa a la izquierda del PSOE. Es preciso más organización, y no es cansino recurrir continuamente a la célebre frase de Gramsci “las ideas no viven sin organización”. De nada sirve tener buenas ideas si no hay una organización estructurada que llegue al conjunto de la ciudadanía y se funda con ella. Si el objetivo es un estado federal, estructuremos una organización federal (sólo una), con sus diversas particularidades en cada territorio, pero con una política realista de izquierda transformadora.
La solución no es hacer una nueva suma de organizaciones, hay demasiadas, sino unir lo que hay que tenga unas concepciones semejantes suficientes. No es hacer una enésima suma de organizaciones que son contradictorias entre sí.
Sinceramente creo en la voluntad de Maillo de IU de tratar de unificar la oferta de izquierdas. Pero eso no se realiza atrayendo a Podemos que juega en otra liga. Podemos juega a la verborrea y al maximalismo de la utopía para atraer a incautos, es lo que en la transición eran los izquierdistas del MC, LCR, etc., grupúsculos alejados de la realidad de las clases trabajadoras. Lo mismo pasa ahora con Podemos que jamás entendió, al contrario que Yolanda Díaz, el papel importante del sindicalismo de clase como una referencia ineludible para hacer una política de izquierdas realmente al servicio de los trabajadores/as. Podemos es a las “mareas de jubilados” lo que la izquierda real como personifica Yolanda Díaz es a los sindicatos de clase.
Ahora ya no vale unir siglas para aparentar una unidad. Ahora hace falta una voluntad real de unificar en un proyecto unitario a la izquierda transformadora que viva vinculada a la realidad social de nuestro país y del mundo que nos rodea. Ante el fantasma cada vez más real y cercano de las ultraderechas mundiales, hace falta la unidad de la izquierda, especialmente de la socialdemocracia y las fuerzas realistas a su izquierda para hacer frente a la ofensiva conservadora y plantear una alternativa posible a esa ofensiva a partir de dar continuidad a nivel del estado y a nivel europeo a una alternativa democrática y de izquierdas.
Y para conseguir ese objetivo el problema de la izquierda del PSOE no es la persona de Yolanda Díaz sino la falta de una organización cohesionada y que trate de expandirse por el conjunto del estado con voluntad de aglutinar a las personas que quieren políticas sociales avanzadas que den continuidad al actual gobierno progresista y que sean imprescindibles para llevar a cabo políticas como las que defiende hoy en día Yolanda Díaz y el grupo parlamentario de SUMAR.